La sesión de fotos que se le ocurrió hacernos tras la ceremonia fue increible, en un campo de espigas que había en la parte de atrás de la finca. Lo pasamos genial, nos puso música en su móvil y éramos un par de novios recién casados, bailando y riendo enamorados, entre las espigas a la luz del sol ¡EL RESULTADO NO PUEDO DESCRIBIRLO CON PALABRAS! Jamás pensé que podría sacar unas fotos tan buenas y que expresasen tanta felicidad como aquellas…y con un paisaje tan sencillo que ella misma encontró